LA CERVEZA EN MESOPOTAMIA

El pueblo de los sumerios hace más de 6000 años, en el sur de la Antigua Mesopotamia, protagonizó cambios cruciales en la historia de la civilización.

Según algunos investigadores, mucho antes de surgir las primeras villas o pequeñas ciudades en la Antigua Mesopotamía región ubicada entre los ríos Tigris y Eúfrates, en lo que hoy es el Irak, por los alrededores de 4000 años antes de Cristo, nuestros ancestros ya consumían un líquido alcohólico resultante de la fermentación de cereales inmersos en agua.

Lo que si se sabe, con seguridad, es que la humanidad aprendió a hacer cerveza luego que descubrió una forma de almacenarla y quizás antes de dominar el arte de cocinar el pan.

Los habitantes de la Antigua Mesopotamía fueron los precursores en el uso de la escritura, como instrumento de comunicación y difusión, la cual fue evolucionando en tablillas de barro, desde los pictogramas hasta la escritura fonética.

Las civilizaciones sumerias y babilónicas, fueron las primeras en legar a las generaciones posteriores, un registro de como se fabricaba esta bebida.

En Paris (Francia), en el Museo del Louvre, se encuentra expuesto un monumento conocido como Piedra Azul, el mismo pertenece a los principios de la civilización sumeria, y contiene inscripciones sobre como se producía la cerveza.

Lo que si es cierto es que la cerveza, se volvió muy popular entre los pueblos antiguos y no tardó mucho en traspasar los límites de la Mesopotamía, y de allí el “elixir” precioso llegó a Egipto, donde pasó a ser producido en gran escala.

Se puede decir, que la cerveza fue en la Antigua Mesopotamía, después del agua, la bebida más popular, durante 4.000 a 2.000 años antes de Cristo, la misma se empleó como medio de pago de diferentes formas, lo más común, fue utilizar a la cerveza, para pagar los haberes de los trabajadores de las administraciones públicas, por los servicios prestados al reino.

La cerveza, que en sumerio se denominaba “ka” y en arcadio “ikaru”, estuvo siempre presente en la vida de sumerios, asirios y babilonios, y de ello es testimonio su abundante literatura.

De acuerdo con los registros hallados, hace mas de 5000 años, estos pueblos dominaban los procesos productivos de más o menos 20 tipos diferentes de cervezas, el nombre genérico de la cerveza era “Kas” = “s’ikaru” palabra que equivalía también, al sinónimo de “bebida embriagante”.

Del pueblo SUMERIO (Baja Mesopotamia) son los primeros documentos en los que se tiene noticia de la cerveza. Se trata de unas tablillas de barro (4000 a.C.) en las que se menciona una bebida, llamada SIKARU (cuya diosa era NINKASI) de carácter medicinal y sagrado, obtenida por la fermentación de grano.

Hay numerosos escritos dedicados precisamente a la cerveza, se pueden contabilizar mas de un centenar de textos relacionados, con distintos tipos de cerveza y los ingredientes que se empleaban para elaborarlas.

Este amplio vocabulario, que se remonta al III milenio antes de Cristo, revela la existencia de una larga y compleja tradición, en la técnica de elaboración de la cerveza en la Antigua Mesopotamía.

Sobre el proceso que conducía a su elaboración, tenemos noticias de diversos tipos, los más importantes se encuentran, por un lado, en unos pequeños textos administrativos, conocidos como los “Textos de Grisú”, que serían recetas de la era pre “Sargon“, y en los que se registraban los ingredientes entregados a los cerveceros, para que éstos procedieran a su fabricación.

Sargon” en acadio “Sharrum-kin”, “el legítimo rey ” o “el verdadero rey ” (2334 antes de Cristo al 2279 antes de Cristo), su imperio abarcó la región de los ríos Tigris y Eufrates, y parte de la actual Armenia, Irán, Irak y Turquía, su capital fue Akkad, también conocida como Agade y su dinastía gobernó por mas de 150 años.

Su hija fue “Enheduanna” la Suma Sacerdotisa del Templo de la Diosa de la Luna, autora de los primeros himnos acadios en honor a la cerveza, la cual era una reconocida “salzikrum”, (lesbiana) la traducción del acadio es: especie de “mujer hombre”.

“Enheduanna” vivió rodeada de sus sirvientas y esclavas, en un templo cercano a lo que hoy es el Golfo Pérsico y recientes excavaciones demuestran que se trataba de una comunidad dedicada a actividades como la panadería, carnicería y elaboración de cerveza.

Éstas y otras tablillas de carácter administrativo, que arrojan datos muy precisos sobre los ingredientes y las proporciones empleadas, se complementan bastante bien con las informaciones contenidas en los textos literarios.

Entre estos últimos destaca, por encima de todos, el ‘Himno a Ninkasi’, la diosa sumeria de la cerveza, en el cual se describen las distintas fases de la elaboración de la cerveza.

Los sumerios tenían incluso una diosa de la cerveza, Ninkasi. Ella todos los días preparaba las dosis de cerveza indicadas para que bebieran los demás dioses. Las tablillas provienen del siglo XIX a.C., y contienen un himno religioso, el Himno a Ninkasi, que describe cómo el pan de cebada que preparaban los sumerios (el “bappir”) era mezclado con condimentos y puesto a fermentar en una gran tinaja. El bappir era un pan de emergencia, que se almacenaba durante largos períodos y sólo era consumido en tiempos de escasez. Por lo tanto, suena natural que los sumerios hayan descubierto la cerveza a partir de la fermentación fortuita del bappir húmedo. Según el Himno, el pan era un ingrediente principal de la cerveza, porque el almidón que contiene suministraba el almidón imprescindible para la obtención de azúcares. El pan sumerio era un modo muy efectivo de almacenar las materias primas para la elaboración de cerveza.

Pero nuestra cuestión primaria sigue abierta: ¿crearon los sumerios el pan para hacer cerveza o la cerveza se originó de la fermentación de panes preexistentes? ¿Quién fue primero? ¿El pan o la cerveza? Lo único que tenemos como respuesta es el piadoso poema religioso, tal como fue escrito por un antiguo sacerdote muerto hace más de treinta siglos:

El himno a Ninkasi

tablillas himno a ninkasi

La cerveza también fue, la bebida por excelencia en comidas y reuniones sociales, hasta el punto que en sumerio, a la palabra “banquete” se le decía “kas-dé-a”, que literalmente significa “escanciado de cerveza”, o “lleno de cerveza”.

Escanciar la cerveza es todo un arte, lo cual consiste en dejar caer el líquido desde el barril, tinaja o jarra al vaso de forma brusca y desde una cierta altura, al arrojar la cerveza, la misma cae con líquido y espuma, liberando además el gas carbónico endógeno que contiene y se mezcla con el oxígeno del aire, creando la espuma correcta, de esta forma, se reafirman sus cualidades organolépticas.

El sofisticado sistema de irrigación por canales, les permitió a los sumerios el cultivo de cebada en gran escala y en la Antigua Mesopotamía la cerveza de dicho cereal era la bebida preferida.

Este pueblo fue la civilización más antigua de la que se tengan registros, además siendo responsable de diversas innovaciones técnicas y culturales, entre ellas las bebidas alcohólicas.

Se calcula que diariamente cada persona bebía dos litros por día, mientras que a los sacerdotes y quienes trabajaban en los templos, se les asignaban hasta seis litros diarios de cerveza, para su consumo personal.

Desarrollaron distintas variedades de cerveza y existen registros de mas de 20 de ellas, de las épocas previas a la aparición de la escritura, no se tienen muchos antecedentes acerca del sentido que estos pueblos le daban al consumo de bebidas alcohólicas y de que manera lo hacían.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, analizando los registros iconográficos que se conservan del período que se extiende de los años 4000 al 2000 a.c. Cristo, reunió y clasificó todo el material que se encontró con representaciones de consumo de bebidas alcohólicas, en forma especifica la cerveza, básicamente catálogos de museos e imágenes de vasijas, sellos y placas votivas.

Descubrieron que en las placas votivas, se encontraba lo más interesante de su búsqueda, en dichas placas se representaba la celebración del “akitu” o Año Nuevo, igual que en los sellos cilíndricos, que se utilizaban como una especie de marca personal.

A partir de las maneras gestuales de los que están representados en la iconografías, se identifica y describe hasta siete formas o maneras de consumir cerveza, eso muestra al pueblo sumerio, como personas que están siempre preocupados por celebrar la vida, aquí y ahora.

Con abundante consumo de bebidas alcohólicas (cerveza) se acompañaban todos los momentos importantes de la vida, siendo una comunidad pragmática, que daba más relevancia a su existencia real que “al más allá”, a diferencia de los egipcios, que vivían preparándose para “el más allá”.

La cerveza se tomaba con unas cañas largas desde unas enormes vasijas que se compartían de una manera íntima y familiar, esa caña evitaba que los residuos o grumos que se acumulaban en la superficie y en el fondo sean sorbidos, permitiendo consumir la cerveza de mejor calidad,

Existían diversas variedades y calidades de cervezas, que se fabricaban se mezclaban con miel, dátiles, higos, anís y canela, además de algunas otras especies y productos, los cuales eran secretos celosamente guardados por cada maestro cervecero sumerio.

La producción de cerveza era tan importante durante estos períodos, que los hombres encargados de la elaboración de cervezas estaban eximidos de ir a la guerra, lo que revela la preocupación de las autoridades sumerias de preservar a dichos artesanos cerveceros.

Había además otras formas de consumir cerveza o vino era brindar con unos vasos muy pequeños durante ceremonias o ritos oficiales, esto se demuestra en las iconografías por el mobiliario y por la elegancia de los vestidos de los personajes, la abundante cantidad de sirvientes sugiere además, que este grupo social detentaba un mayor poder económico al común del pueblo.

El cultivo de uvas y la producción de vino nunca fue tan extendida como la de cerveza y, por lo tanto, su consumo era mucho más exclusivo.

En el total de las iconografías, no hay vestigios de escenas de personas que brindaran o estuvieran brindando con los dioses, parecería que esto ultimo, lo hubieran tenido prohibido, pero sí de divinidades tomando cerveza o vino.

Las ofrendas que se le hacían a los dioses, eran en vasijas extendidas, y las mas comunes eran de cerveza, aunque también se hacían con vino.

Se decía que el “siraku” ponía a la gente “alegre, extrovertida y feliz” de este comentario sobre la cerveza se conservan muchas referencias, desde antigua data.

Tanto se generalizó su consumo que el código de HAMMURABI (s. XVII a.C.) reguló la producción y el consumo de la cerveza llegando a condenar a morir ahogado a todo tabernero que defraudase en el precio de este producto.

108 § Si una tabernera no cobra cebada como precio por la cerveza y cobra en dinero según una pesa grande y rebaja el valor de cerveza en relación al valor de la cebada, que se lo prueben y la tiren al agua .

109 § Si una tabernera en cuyo local suelan reunirse embusteros o conspiradores, no agarra a esos embusteros y los lleva a Palacio, que esa tabernera sea ejecutada.

110 § Si una sacerdotisa “naditum” o una sacerdotisa “ugbabtum” que no reside en un convento “gagu” abre una taberna o entra por cerveza en una taberna, a esa mujer, que la quemen.

111 § Si una tabernera da 1 cántaro de cerveza a cuenta, cobrará, al llegar la cosecha, 50 silas de cebada.

La cerveza también esta presente en la mitología Sumeria y nos da testimonio de la importancia de esta bebida, en el famoso mito de los hermanos “Emesh” el Verano y “Enten” el Invierno, en el cual se relata la disputa de los mismos.

“…Emesh dobló las rodillas ante Enten, y le ofreció una plegaria, a su casa le llevo néctar, vino y cerveza, ambos bebieron hasta la saciedad el néctar que alegra el corazón, el vino y la cerveza”…

Haciendo un análisis, este mito es el paralelo sumerio más cercano a la historia bíblica de Abel y Caín, aunque en este caso termina con una reconciliación, en vez que en un fratricidio.

En unas tablas de arcilla encontradas en la ciudad de Uruk (Irak), quedó escrito en la epopeya de GILGAMESH (2500 a. C.) las recomendaciones del arquitecto real para repartir cerveza entre los trabajadores “para estar más atentos a su trabajo y relajarse al final de la jornada”.

También se le hace referencia a la cerveza en el inicio del Poema de Gilgamesh, encontrado en la biblioteca del rey Assurbanipal II, que data de hace unos 3.000 años, allí se narra la historia de Enkidu, especie de hombre salvaje y bestial, como dicen los versos de aquel texto arcaico:

“… había nacido en los montes, hasta entonces había pacido con las gacelas, con los rebaños bebía en las fuentes, con bestias salvajes placíale beber…”

“…Este ser violento como las fieras, asustaba a los pastores de los rebaños del rey Gilgamesh, quienes atemorizados acudieron a él pidiéndole protección”…

“…El soberano les ordenó que buscasen a la más hermosa de las meretrices, la llevasen al paraje donde solía Enkidu ir a saciar su sed y a retozar con los animales, que de seguro, aquella con sus encantos y artes de prostituta, sabría seducir a la bestia”…

“…El salvaje Enkidu después de haberla poseído a la bella prostituta por 7 días con sus 7 noches, esta le invitó a seguirla y tomándolo de la mano como a un niño, lo llevo consigo a la ciudad de Uruk”…

“…Le sirvieron alimentos; inquieto, boqueaba, los miraba fijamente, sin saber qué hacer o decir, Enkidu nada sabía, del pan que se come y de la cerveza que se bebe”…

“…La meretriz le dijo: “Come el alimento, Enkidu, porque es una condición del vivir, consume la fuerte cerveza, como es costumbre aquí”…

“…Enkidu entonces comió el alimento, hasta quedar saciado; y de la fuerte cerveza apuró siete grandes copas llenas”…

“…Fue así que Enkidu dejo su carácter hosco y montaraz después de que la prostituta lo sedujo y le hizo conocer el pan y la cerveza”…

Enkidu es un personaje de la mitología sumeria, compañero de aventuras del rey y héroe mitológico Gilgamesh, en la primera parte del póema, Enkidu aparece como un ser primitivo, incivilizado e incluso practicante del bestialismo, aunque no deja de ser un personaje positivo que se convierte en el compañero del héroe.

Enkidu acaba muriendo durante las aventuras del rey Gilgamesh, aunque reaparece como fantasma en esa y otras obras.

Los Sumerios aplicaban desde hacía mucho tiempo una técnica de tratamiento para los cereales: se malteaban y trituraban con una muela “artesa de moler” para obtener sémolas y harinas que podían tamizarse para lograr una harina más fina.

Con las harinas se hacían masas espesas, casi líquidas y pastas que se consumían recién hechas, fermentadas o se conservaban secas.

La panificación ya se había inventado antes de los comienzos del III milenio antes de Cristo, al igual que la fabricación de cerveza

De la malta se obtenía cerveza, la bebida nacional del país y también se elaboraban cervezas con distintos grados de alcohol, la cual era la bebida preferida, que los nobles consumían en el palacio, como también lo era del pueblo que la consumían donde podían.

La producción era todo un tema, ya que la fabricación de cerveza era todo un arte, los verdaderos cerveceros eran cuidados y protegidos, por tratarse de un elemento esencial en la economía de Mesopotamía. Tal es el caso de la llamada “iblakku” o de la “hiku”, otros tipos tienen en su mismo nombre la proporción de sustancia y de agua.

Las cervezas circulaban libremente y en forma mas que abundante, se la servía en lugares tipo tabernas o burdeles, donde también había música y odaliscas.

La bebían en recipientes de variados tamaños, utilizando una caña larga que permitía que varias personas bebieran del mismo recipiente y además, evitaba tragarse los restos del grano que permanecían aún en el líquido y aumentar el efecto que producía la bebida.

También bebían en forma individual, hay al respecto infinidad de representaciones gráficas que lo atestiguan, además de su uso como bebida popular, se la utilizaba también como vehículo líquido para mezclar y elaborar pócimas medicinales o como una misma medicina.

El elemento principal era la malta de cebada “munú”, que según las recetas de los “textos de Grisú” constituía al menos una tercera parte de los ingredientes, para obtenerla, primero se ponía el grano a remojo durante dos o tres días; después se escurría y se amontonaba durante 24 horas, hasta que la raíz de la vaina comenzaba a aparecer.

Seguidamente, se extendía el grano y se removía cuatro o cinco veces al día durante un período de entre una y tres semanas con el fin de mantener una temperatura constante de unos 25° C.

Finalizada esta fase, en la que el almidón se había convertido ya en la malta necesaria para la fermentación, se detenía el proceso de malteado, la malta así obtenida, era denominada “malta verde”, se secaba después al aire o en un horno a baja temperatura para obtener la malta que se emplearía en la elaboración de la cerveza.

Junto a la malta como ingrediente principal había otros, destinados en algunos casos a proporcionar color y sabor a la cerveza, el más frecuente era un producto malteado y cocido que en sumerio se denominaba “bappir”, y que podía mezclarse con hierbas aromáticas, jugo de dátiles o de otras frutas.

La escanda desprovista de su cascarilla “ulusin” también podía ser un ingrediente importante en este caso no malteado, en el proceso de elaboración de la cerveza.

Otro producto malteado, denominado “titab”, proporcionaba el color y el sabor deseado a la llamada “cerveza negra”.

Y por último, entre los posibles ingredientes más conocidos se utilizaba también un producto malteado conocido con el nombre de “ninda kum4 ma”, necesario para obtener una cerveza negra dulce.

Estos ingredientes se machacaban y se ponían a remojo en tinajas, y la mezcla resultante probablemente se calentaba de algún modo, luego, se extendía en una estera para enfriarla y en esta última operación se procedía a la limpieza de la mezcla y se posibilitaba el drenaje del líquido sobrante.

El siguiente paso consistía en poner la mezcla en recipientes para su fermentación, para facilitar este proceso se añadía algún ingrediente rico en azúcar, como el zumo de dátiles o bien pasas de uvas, en cuya piel se halla de manera natural la levadura necesaria para iniciar el proceso de fermentación.

Los recipientes empleados durante esta operación eran unas tinajas de cuello estrecho que dificultaban el contacto de la mezcla con el aire, con ello se impedía su contaminación y se estimulaba el crecimiento de la levadura.

Dichas tinajas tenían, además, la base perforada con uno a varios agujeros, a través de los cuales la cerveza se filtraba hacia otra vasija que se encontraba debajo, lo que hoy denominamos un trasegado.

Por último, concluido el proceso de fermentación, se vertía la cerveza en recipientes destinados al consumo, el cual sería más o menos inmediato, aunque de la época neo babilónica, a mediados del I milenio antes de Cristo, hay testimonios de cervezas envejecidas al menos durante un año.

Podrán advertir que tenían desarrollado muy bien los conceptos de fermentación y almacenaje de las cervezas, como el diseño de sus fermentadores y tinajas de maduración

Las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz una amplia tipología de vasijas que podrían haber servido como contenedores de cerveza, al menos a juzgar por el parecido formal con el logograma que en los textos cuneiformes más arcaicos se empleaba para representar a la cerveza.

De la manera descripta anteriormente y con esos u otros ingredientes similares, se elaboraron cervezas durante varios cientos de años.

Sin embargo, en el I milenio antes de Cristo, la cerveza elaborada a partir de la malta empezó a ceder terreno siendo desplazada por el aumento del consumo de vino como bebida fermentada, sobre todo en el norte de Mesopotamía, mientras que en el sur, en Babilonia, se popularizó una cerveza elaborada a partir del jugo de dátiles.

Los tipos de cerveza en la Antigua Mesopotamía, al igual que hoy día, eran muchos y dependían, lógicamente, de los distintos ingredientes utilizados, de sus proporciones y de la manera de como se usaban, así como de los gustos de los consumidores en cada momento.

Hay que señalar y resaltar, que existían numerosas y diferentes variedades de cerveza.

Ya hemos comentado que el nombre genérico de la cerveza era “Kas’ = s’ikaru”, palabra que equivalía también al sinónimo de “bebida embriagante”; a este nombre solían agregársele algunos adjetivos que lo calificaban en forma positiva o negativa.

Es así que tenemos una variedad muy diversa, por ello enumeraremos las mas conocidas:

sikaru labiru: cerveza vieja

sikaru tabu: cerveza buena

sikaru damcu: cerveza de buena calidad

sikaru restu: cerveza de primera calidad

ulusinu: cerveza dulce y amada por las mujeres

kurunnu: palabra traducida a veces como “cerveza fina” y otras como “bebida alcohólica” “…

Los tipos más conocidos o lo que hoy denominamos estilos, aludían a su calidad, por ejemplo, la “cerveza corriente” o “común” se la denominaba “kas-gin” y a la “cerveza de buena calidad” se la llamaba “kas-sigs”.

Había tipos de cervezas que recibían su denominación según el color, como la “cerveza negra” “kas-gi6” a la “cerveza roja” se la llamaba “kas-si4”; o a la “cerveza dorada” se le decía “kas-siglS” .

Otros tipos o estilos resaltaban su sabor, como en el caso de la “cerveza dulce” a cual la denominaban “kas-du lOga” y según textos era la preferida de las mujeres, o resaltaban la consistencia del líquido, como en el caso de la “cerveza filtrada” llamada “kas-sur-ra”.

Los textos también nos hablan de cuáles eran los instrumentos empleados para la elaboración de cervezas y el más característico de las cervecerías era la tinaja perforada con uno o varios agujeros en su base, en la que se fermentaba la cerveza llamada “gakkul” o “namzitu”, lo que hoy denominamos fermentadores.

Estas tinajas, cuya base terminaba en punta, ya utilizaban formas triconicas para el decantado de las levaduras y residuos, se apoyaban en unos estantes “kannu” que permitían que se sostuviesen en pie.

Los textos también mencionan otras vasijas, denominadas “lahtanum” o “nambarum” lo que hoy llamamos maduradores, que eran en donde se recogía la cerveza ya fermentada, la cual se filtraba a través de las tinajas con la base perforada.

El consumo de cerveza en la Antigua Mesopotamía tenía básicamente dos vertientes: la alimenticia y la relacionada con el simple disfrute de una bebida alcohólica.

La trascendencia del valor nutritivo de la cerveza se ha puesto de relieve en muchas ocasiones, hasta el extremo de que se ha llegado a discutir si la domesticación de los cereales en época neolítica tuvo como objetivo no solo la elaboración de pan, sino la obtención de cerveza.

Hace algunos años, se organizó un simposio para la revista “American Anthropologist” con el significativo título de “Did man once live by beer alone?”

¿ Vivió alguna vez el hombre sólo de cerveza ? buena pregunta.

Las representaciones de reuniones de bebedores de cerveza en la iconografía mesopotámica son numerosas y explícitas, y se documentan especialmente en los períodos sumerio y neo asirio.

Las encontramos en objetos votivos, en los relieves de las paredes de grandes edificios, en la decoración de muebles y otros objetos, o en sellos cilindro.

En estas escenas, dioses, reyes y altos oficiales, hombres o mujeres, e incluso animales, aparecen bebiendo cerveza, o más raramente vino, con motivo de victorias militares, de ceremonias con sentido religioso o por razones sencillamente profanas. .

En los orígenes de la Antigua Mesopotamía, la cerveza, a la cual también se la denominaba “bebida divina” era utilizada en otros tipos de ceremonias religiosas relacionadas con el culto

Así, por ejemplo, en la ciudad sumeria de Lagas, en la época pre “Sargon” 2300 años antes de Cristo, era obligatorio el pago de una importante cantidad de cerveza, con motivo de los funerales de un familiar.

En los funerales de Baranamtara, una reina de esta ciudad, se celebraron ,con una fiesta en la que también se distribuyó cerveza entre los numerosos asistentes.

La relación de los hombres con la preparación y el consumo de cerveza tuvo su reflejo en el mundo divino, particularmente en la mitología sumeria.

Éstos construyeron un sistema religioso en el que los dioses, provistos de poderes y características sobrenaturales, se comportaban de un modo parecido a los hombres, con deseos, sentimientos e inquietudes similares a los suyos.

Los dioses sumerios bebían, por lo tanto, la misma cerveza que los hombres, cometían excesos y se emborrachaban, y las consecuencias podían ser, lógicamente, graves.

La buena mesa y la cerveza eran consideradas partes esenciales del mundo mesopotámico, y su ausencia, una catástrofe, así nos lo recuerda el pasaje de un texto en el que el poeta se lamenta de las desgracias que se abatieron sobre su ciudad tras la destrucción de Súmer a manos del enemigo:

“…El día se oscurecía, el ojo del sol se eclipsaba, el pueblo pasaba hambre. Ya no había cerveza en la cervecería del rey, ya no había malta para prepararla, Ya no había comida para él en palacio, se había hecho imposible vivir allí “…

Del rey babilonio NABUCONODOSOR se conservan las siguientes palabras: “he hecho correr sin medida como corre el agua del rio, torrentes de cerveza, sobre el altar de Marduk y su esposa Sarpanitu”

Pero la historia es otra, se puede decir, sin exageraciones, que la evolución de esta bebida se confunde con la propia historia de la civilización.