La cerveza es un don.
¡Qué espuma formas en nuestras jarras!
¡Tu nos embebes de fortaleza y viveza!
¡Eres apreciada por jóvenes y mayores!
¡Hurra! ¡Hurra! Cuando nos reunimos para beber una cerveza de un trago,
¿qué mas puede uno desear?
¡Como burbujeas en las jarras, digno jugo de cebada!
La cerveza en la antigüedad próximo oriental (Mesopotamia, Egipto, …), era muy diferente a la actual.
Hoy se le añade lúpulo, que purifica la cerveza precipitando proteínas y bloqueándola fermentación.
Ahora el grado alcohólico es variable y el anhídrido carbónico abundante.
Antes, la cerveza era densa, turbia, dulzona, con poco grado alcohólico, sin anhídrido carbónico casi como consecuencia, era una bebida caliente.
Poseía mucho mas azúcar y proteínas que la cerveza moderna.
No siendo depurada, contenía además muchas mas sustancias en suspensión y, como derivada del cereal, era más alimento que bebida.
Se denomina Gypsy Brewer (cervecero nómada) al que, sin tener su propia cervecería, viaja por todo el mundo fabricando su bebida con los equipos de un tercero y con los ingredientes locales, explorando las técnicas propias y las ajenas.
La cerveza merece ser tratada como una bebida civilizada; incluso puede haber sido la causa de la civilización