En 1.962 los habitantes de Odense, Dinamarca, quedaron consternados por la noticia de que Kalle, la jirafa del zoológico local había aparecido muerta en su recinto.
La fabrica de cerveza Albani había utilizado la imagen de kalle en su publicidad y, por eso, lanzó al mercado una nueva cerveza en su honor, cuya venta se destino a financiar la adquisición de otra jirafa.