El gruit es la mezcla de hierbas que aromatizaba la cerveza antes del empleo del lúpulo. El empleo de lúpulo en la historia de la cerveza es relativamente reciente en su devenir. Antes del siglo XII se aromatizaba la cerveza con mezclas de hierbas diversas (generalmente mezclas secretas). El empleo de lúpulo marcó un hito, ya que tiene propiedades conservantes además de proporcionar un sabor amargo característico.
Poco se sabe de la mezcla original denominada gruit (en latín: materium cerevisiae), debido a que había composición de diversas mezclas, cada una de ellas secreta para actuar como firma única de la cerveza
Esta cerveza cruda se prohibió tras la ley de pureza alemana de 1516. Esta ley estableció que la cerveza solo podía elaborarse con lúpulo, agua y cebada (ya que aún no se había descubierto la levadura), lo que provocó que la gruit desapareciera de las tabernas. Además, esto fue apoyado por grupos religiosos que afirmaban que algunos elementos de la gruit eran afrodisíacos y no se debían permitir.